jueves, 4 de diciembre de 2008

Ruido y democracia : Expresión, autonomía y praxis

El ruido y la democracia, como parámetros en torno a los cuales desarrollar una actividad expresiva así como una muestra de procesos en desarrollo, son los objetivos de Ruidocracia.

Un paralelismo entre estos conceptos que se propone como punto de partida a través del cual poder sondear la profundidad de dicha relación, sin límite de ningún tipo. Por lo tanto, no se propondrán temáticas estancas en torno a las cuales establecer un posible debate, sino, desde la desterritorialización que la unión de ambos conceptos conlleva, poder contemplar la profundidad que pueda llegar a tener.

Entre otras posibles lecturas, el ruido y la democracia son conceptos que contienen una implícita carga ambigua de inclusión y exclusión. El ruido, como práctica expresiva, ha sido objeto de un enorme potencial cultural mientras que, desde un punto de vista social, es desecho a eliminar o, cuando menos, a desalojar de un orden que se pretende en armonía. De forma semejante, la democracia se presenta como inevitable utopía de la representatividad, al mismo tiempo que es utilizada como justificante de discursos, acciones económicas y bélicas claramente excluyentes. El ruido y la democracia se convierten entonces en signos contemporáneos de prácticas tanto culturales como políticas.

Ruidocracia, pretende ser catalizador de una parte del espectro de iniciativas tácticas, artísticas, teórias y sensibles, en diálogo directo con expresiones estéticas que devienen en ruido y en nuevas formas de autogestión y prácticas políticas autonómicas que revindican una democracia radical. Pretende conectar singularidades mediante una programación abierta y dialogante que sirva de gesto inicial para una posible continuidad a modo de trabajo abierto, discontinuo y deslocalizado.

Se propone como un ejercicio de autonomía temporal, centrado en su propia inmediatez organizativa a través de una programación fragmentada y orientada a la expresión, la autonomía y la praxis. Partiremos del diálogo indisciplinado entre piezas y actuaciones sonoras, vídeo-documentales, acciones preformativas, audiovisuales en directo, talleres infantiles, intervenciones urbanas, presentación de proyectos, ponencias teóricas e instalaciones artísticas.

Por lo tanto este evento inaugural tiene la forma de una jornada informal e independiente, dentro del transversal abanico de relaciones (posibles e imposibles) entre el ruido y la democracia.

RUIDOCRACIA invita a acciones autonómicas que expresen los ruidos de las democracias y el potencial de las formas conectadas de resistencias políticas, artísticas y sensoriales.

Leer más...

RUIDOCRACIA por Jose Luis Espejo.

“1
¿Qué hostias es el ruido?
Precisamente por su indeterminación el ruido es una de las

actividades /prácticas humanas más sensitivas.

Intentar definirlo o convertirlo en un género

es tan asqueroso como creer en la democracia.”

Mattin Theses on Noise

En una entrevista a Mattin se comentaba cómo se ha llegado a cierta saturación en la grabación y edición de material de improvisación. “10. La explotación económica continúa incluso cuando la producción no genera ningún objeto material. El proceso en sí mismo de hacer ruido, se ha convertido en objeto de valor mercantil simbólico y financiero”. Si entendemos la música, y el ruido en mayor medida, como información pura, inclasificable dentro de la teoría económica de la escasez de recursos (Attali), su producción y, sobre todo, su sobreabundancia, serían, respectivamente, una actividad y un hecho anti-productivos y no alimentarían el mercado que en su libertad nos lleva, felizmente, por la vía del progreso.

Digámoslo de otro modo; ateniéndonos al significado del ruido como contaminación acústica. Ruidos.org La lucha contra el ruido, una web dedicada a dar información sobre lo pernicioso del ruido y sobre modos de lucha legal contra él, establece que el ruido provoca estrés, trastornos del sueño y dificultad de comunicación. Estos efectos provocan una serie de inoperancias sociales que llevan, según la organización, al retraso económico y social que producen, a su vez, más ruido, concluyendo que “No es casualidad que los países y regiones menos desarrollados sean también los más ruidosos.”

Aunque aparentemente ridícula, esta fantasía caucasiana tiene la particularidad de colocar al ruido como articulador o desestabilizador de la producción y el progreso en las sociedades occidentales, a la vez que se asocia en la web a otras actividades improductivas como beber en la calle o divertirse.

Lo que diferenciaría al ruido del que hablamos en el primer párrafo de este otro, sería que, mientras uno se produce con intención estética, el segundo sería el resultado incontrolado de una actividad desordenada.

El ruido afectaría pues, por un lado, a la economía desde el ámbito estético, como información pura no susceptible de a ser explotada por ciertos valores mercantiles, y como un desestabilizador del progreso social en las sociedades capitalistas, por el otro. En ambos casos produce una escisión de las estructuras en las que se inscribe, rompiendo tanto el flujo de mercantilización como el funcionamiento de la productividad.

Podemos ir más allá y ver una relación entre estos dos ámbitos aparentemente opuestos. Según Ruido.org, existe una clase de ruido que, como en el caso estético, contiene cierto mensaje que transmite información. “La alarma –escriben- es una clase de comunicación: es la comunicación de que ocurre algo amenazante, a lo que urge prestar atención inmediata, con el consiguiente abandono de la ocupación en curso e incluso del descanso.”

Podríamos decir que frente al resto de la creación sonora, el ruido expresa una llamada de atención, un imperativo que altera la escucha distraída que ofrecen algunas músicas comerciales; aquellas que permiten desarrollar las actividades propias de la cotidianidad, alentando en algunos casos al consumo y al descanso. Se produce así una tercera escisión, esta vez dentro del modo de escucha tradicional de la música.

Cabe preguntarse qué se puede deducir de esta sobreabundancia de mensajes de alarma, más allá del valor fenomenológico que en el espectáculo ruidista, suele poner a prueba la capacidad de escucha del espectador. Si atendemos a lo dicho hasta ahora, habría en ello cierta oposición a la verticalidad con que los órdenes estéticos se dirigen. Frente a la música impuesta por el poder para engrasar correctamente la maquinaria de producción, surgen una infinidad de voces disonantes, de alarma, que invierten el sentido en que la información debería ser recibida. Una operación micropolítica que reclama en la horizontalidad, al menos dentro del orden de la escucha, el valor y el poder de la voz de cualquiera. Esta sobreabundancia de voces, se constituirá entonces como antiproductiva, no permitiendo la organización estilística y por tanto su asignación a un público compartimentado según sus hábitos de consumo.

Quizás sea iluso suponer que esta inversión en la producción y recepción del sonido sea reflejo del comportamiento social que lo impulsa, o de la ideología que lo sustenta. Sin embargo hay algo en ese uso de la voz de alarma que recuerda a aquello que se supone que era la democracia, antes que una mascarada representativa que coartada del neoliberalismo. En una entrevista reciente a Jacques Ranciere sobre su libro El odio a la democracia explicaba la diferencia entre la lógica de la policía y la política. La primera según Ranciere “estructura las colectividades humanas como una totalidad compuesta de partes, con funciones y lugares que corresponden a esas funciones […].La lógica de policía asume hoy la forma de una sólida alianza entre la oligarquía estatal y la oligarquía económica.” Por otra parte “la política comienza precisamente cuando se sale de ese modo funcional: de ahí que afirme que el pueblo, el demos, no es la población, pero tampoco los pobres. El demos son la gens de rien, los que no cuentan, es decir, no necesariamente los excluidos, los miserables, sino cualquiera. Mi idea es que la política comienza cuando nacen sujetos políticos que ya no definen ninguna particularidad social, sino que definen, por el contrario, el poder de cualquiera”.

Leer más...

AUDIO-ACTIVISMO: LA FUERZA DE LA RAZÓN por Chiu Longina

Una y otra vez el oído es el protagonista del debate, el órgano distinto, diferenciado, articulado, que produce el efecto de proximidad, de adecuación absoluta, la supresión idealizada de la diferencia orgánica.

Se trata de un órgano cuya estructura (así como el tejido que lo une con la garganta) provoca el reclamo pacificador de la indiferencia orgánica. Olvidarlo —y al hacerlo, refugiarse en la más familiar de las moradas— significa pedir a gritos el fin de los órganos, de los otros.

Jacques Derrida, Tímpano 1

Actualmente muchos estudios e investigaciones de comunicólogos, antropólogos y otros científicos de lo social enmarcan sus trabajos dentro de un paradigma que podría llamarse “influencia de la tecnología en las transformaciones socioculturales”, es decir, tratan de comprender y explicar cómo la tecnología puede cambiar el modo de percibir el mundo, lo cognitivo y, por tanto, las prácticas sociales, los hechos, lo cotidiano, el pensamiento. Incluyen en el mismo paquete los procesos de percepción, cognición y comunicación, por un lado, y los medios, artefactos y tecnologías por el otro. Por ejemplo, Marshall McLuhan y Edward T. Hall2 hacían referencia a la influencia de los medios electrónicos en el cambio de la percepción cultural del espacio, y no sólo compartían este interés por el espacio, por cómo se percibe y por cómo se transforma; ambos entendían también que toda tecnología es una extensión del cuerpo y de la mente del ser humano, que en el análisis de la comunicación humana se debe tener en cuenta que los medios tecnológicos, entendidos como ambientes en sí mismos, son agentes que tienden a transformar la propia percepción humana y, en consecuencia, la cultura. Estas tecnologías creadas por el ser humano no son sólo extensiones del organismo, de su cuerpo, también se convierten en amputaciones sobre este cuerpo, es decir, cada vez que el ser humano sufre un cambio adaptativo como consecuencia de la creación de una nueva tecnología o medio, ocurre una experiencia dolorosa en el organismo.

Si aplicamos la perspectiva histórica y hacemos un ejercicio de memoria, es fácil darse cuenta de que el invento de la imprenta en el siglo XII está muy lejos cronológicamente del invento del fonógrafo (prácticamente en el siglo XX). Son casi ocho siglos de hegemonía de lo visual sobre lo sonoro. La imprenta permitió conservar el pensamiento escrito y la imagen, ejerciendo como tecnología para su difusión. Transformó un ambiente sonoro en un ambiente visual y al hacerlo cambió también la forma de percibir el mundo en la sociedad occidental. Al ser capaz de generar numerosas copias de un escrito, promovió un sentido de identidad privada e inició un proceso de anulación de la palabra hablada, es decir: transformó de forma traumática el modo de ver el mundo (de verlo con los ojos), asestando un duro golpe al oido, y no fue hasta la aparición del fonógrafo cuando se produjo este otro cambio, también traumático, acerca de cómo oírlo; han tenido que pasar esos ocho siglos para lograrlo.

Mientras la visión es síntesis, la audición es holística. Con la vista, el ser humano sintetiza la experiencia, aprende al ver y lo que aprende influye en lo que ve. La distinción entre campo visual y mundo visual responde a esta interrelación, implica por tanto una diferenciación entre lo que se ve y lo que se percibe (se interioriza). La visión sintetiza, selecciona, y la selección está mediada por la percepción, que a su vez está mediada por la cultura. Al analizar el medio de la imprenta como una nueva tecnología se descubrió el impacto que tuvo en la sociedad la transición de la oralidad a la mecanización de la escritura, el fuerte impacto de este invento sobre la escucha y sus bondades.

Pero, afortunadamente, hoy las nuevas tecnologías aplicadas a los medios de comunicación han vuelto a construir un espacio acústico que, al ser virtual, conlleva otra serie de implicaciones socioculturales. Al ser amputada la síntesis propia de la visión, el sentido que se extiende es el del oído, cuyas características esenciales, tanto físicas como culturales, no han sido cabalmente estudiadas en este contexto.

Volviendo al tándem Hall/McLuhan, el primero explicaba el espacio acústico y el visual en relación a sus características fisiológicas, y el segundo lo hacía a partir de sus características históricas y culturales. Lo visual enfatiza el razonamiento cuantitativo regido por el hemisferio izquierdo del cerebro, crea una imagen monolítica y lineal de la civilización occidental, promueve la lógica y el pensamiento racional, los aspectos cuantitativos de la existencia humana. Mientras que lo acústico, regido por el hemisferio derecho, crea un pensamiento cualitativo, se basa en el holismo, no en un centro cardinal sino en varios centros que producen diversidad enfatizando esos aspectos cualitativos de la humanidad. Científicos como la inglesa Diana Deutsch, afincada en California, han demostrado que el mismo hemisferio que se encarga de gestionar la felicidad o el deseo sexual, se encarga también de procesar la escucha. También lo han hecho Richard E. Cytowic (neurólogo y finalista de un Pulitzer) o Jeff Hawkins (Redwood Neurosciences Institute, California). No parece muy descabellado pensar que si ejercitamos la escucha, (luchando contra ese oculo-centrismo propio del pensamiento occidental), estaremos estimulando los aspectos cualitativos de la existencia humana, esos que tanto, y cada vez más, escasean. Veamos a que nos referimos cuando hablamos del oculo-centrismo occidental.

Leer más...

ruidocracia {estudo para o arcano XIII}

[1+12=13]Dentro da democracia dos signos não há espaço possível para o ruído, relegado à mera função de interferência ou adorno no paisagismo. Com isto sacrifica-se à margem qualquer

possibilidade de sondagem profunda do ruir em si mesmo quando parte-se da linguagem.
[2+11=13]O signo do ruído é o cerne da tecnicologia dos dois extremos controles do demo(massa) aurais: No religar semiótico, permite aos ciclopes a contemplação da própria morte(XIII) ao mesmo tempo que os atira na surdez das iterações(progressões de redundâncias timbrísticas), eterno retorno da escala ao paraíso perdido da harmonia subjetiva(Ninguém me acertou). Já nas políticas simbólicas, gera os limiares das interações materiais dos objetos sonoros seja pela imanência heurística que transmuta o ruído novamente em sonema, como pela homeostasia dos sistemas musicais que imprime o foco tonal à redundância sonora de acordo com as dinâmicas entrópicas da rede.
[3+10=13]Podemos então falar de um ciclo de três modos de escuta do ruído dentro à natureza composicional, assim como podemos pensar um sentido como ruído(impregnação) do outro. Mas ainda, o multimídia quer estar em todas as modas ao mesmo tempo, para as dest'ruir.
[4+9=13]Ruído científico-profano: O ruído organizado como se observa no ícone matemático do ruido branco(white noise). O empalidecimento dos matizes cromáticos do barulho
gerado na síntese log arrítmica compõe a síntese dum espectro afetivo-racional. Os cães, como a estrela Sirius de Stockhausen vêem em preto e branco e ouvem melhor a síntese granular das altas freqüências que a pulsação esféride.
[5+8=13]Ruído sagrado: O índice dos silêncios potenciais, as paisagens sonoras em suas implosões de cores e sutileza de matizes. O templo é sagrado porque não está à venda para culto algum, o tempo é sagrado porque não pode ser cartografado. Color noises. João Jaula, procurando silêncios encontrou ruídos, buscando morangos achou cogumelos, buscando o tempo se deparou com a dança e a performance.
[6+7=13]Ruído comercial-laico: O barulho é o produto cultural ideal, pois não distingue a produtores e consumidores, mantém o trabalho da escuta no nível prototípico da soação sem perder nada da geometria tipológica da música. O que não é barulho brilhante no mercado cultural se restringe a interferência sistêmica(metaruído), mas sempre haverá um nicho de consumidores ávidos por turbilhões e é do mote fordista any color you lik
e as long as it's black que os sabbaths encontram seu caminho no seio da indústria da rebeldia. Black noise. Xenakis, o arquiteto busca ver com os sons pelo resto de sua vida o brilho da granada que lhe tomou um olho e um ouvido. A estocástica como religiosidade científica do ruído, a composição concreta dos desertos em rolos de memória. É noise na fita!
[0+13+0=13]O ideal de um mundo sem ruído político é alcançado pelo entranhamento de dois modos de conduta sonora: Uma codificação quântica em velocidades sempre acelerantes que prende os ouvidos pelas cadeias de Markov a uma certa faixa repertorial(as óperas de surdos-mudos da Cia. Invisível de Teatro Alchemico), ao mesmo tempo que uma exclusão pela inclusão como a observada no maximalismo academicista do fim de século. Este, pelo cálculo de todos os afetos musicais se nega a sentir as escutas que produzem seus sons(dir
eito autoral / dever atuante); se assemelhando assim com a irreversível entropia dos mercados de pasteurização fonográfica, que por excesso de redundância passaram a ser não mais que barulho para muitos.
[13+1=14]Laranja Eletrônica, os sonhos tangerinas dos rappers hackers acionistas de Beethoven nos templos do mantra de baixa tecnologia cruzam Dylan escarrando num intonarrumori: "Em direção ao abismo metálico entre os transistores e as cordas das guitarras... o ruído branco encontrará enfim o blues dos negros, as musascagam minérios em nós da névoa roxa antevista pelo terceiro ouvido de Hendrix ao roxo profundo das cabeças de máquinas... Nobody's gonna beat my car / It's gonna break the speed of sound / Oooh it's a killing machine / It's got everything."
[13+2=15]Sketch's Kitsch! A música como a melodia é em tempos de ostentação ruidística sempre meramente esboçada: ou sublimada pelo escárnio ou r
emixada pela obsolescência programada. Vês as rédeas que os produtores colocaram nas bandas pelas próprias bandas de freqüência? No futuro toda canção terá seus 15 segundos de barulho.
[13+3=16]O kitsch trabalha sempre sobre a ânsia de "querer parecer vanguarda" lembra Abraham Moles. O processo de sedução dupla da canção pop(por expansão novideira pseudocientífica e tradicionalismo hedonista pseudoreligioso) submergirá os famosos três acordes em camadas de atmosferas sonoras e hipnoses subliminares, do mesmo modo que engoliu a música geométrica pela ideologia significante(os violinos ao fundo do rap) e o transe mitológico pelo folclore(a onda de acústicos e a percussão maquínica).
[13+4=17]Pagu disse para Oswald: "A industrialização é, pois, por natureza, um desenvolvimento maternalístico". Quando toda a arte se sujeita ao desígnio do evolucionismo adaptativo dos modos de escuta estética o desáine se apresenta como padrão
de conduta ética do artista, que é reduzido a projetista de sensibilidades através de impulsos semânticos na vida pública privada. Aí, resta ao ruir artear.
[13+5=18]Canção, praça pública da música. Se podemos falar de democracia nos âmbitos do som seria, em termos tonais, o de uma arbitrariedade consentida de relações intervalares. Há caminhos sonoros que todos percorrem, há os cumes e cimos. Do metal ao doom há um duplo movimento de criação de uma micropolítica estética própria, ao mesmo tempo uma guturalização animalesca das macroestruturas industriais da forma-banda e uma complexificação das microestruturas digitais que almeja uma comedida máscara de desregramento. A corrupção se miniaturiza e toma entornos de uma opção estética, lógica da preferência tribal. Dietas das escalas pantone de ruído.
[13+6=19]A escultura ruidística como estilística do drone já tomou até mesmo as salas de dança com o Umwelt(Maguy Marin) mas ainda se mantém como linguagem de
resistência criativa à cultura capital nos undergrounds de todo o mundo. Merzbow pode bem ser colocado como o legado de Steve Reich e também como membro de uma guerrilha postgrindgore crystalpunk. Isto se dá porque o drone enquanto arquitetura fluida é a escolha pela especialização nas massas bonitas e sublime(imperativo estético legal kantiano), onde a formação sobrepassa a informação pela sua completa aceitação.
[13+7=20]O modelo dos carros muda, o som dos motores continua o mesmo. Enquanto você não parar seu carro não fale do meu drone, enquanto seu carburador queimar ossos não reclame de meu cigarro. Eis o ruído como nuvem de proteção radioativa, escudo eletromagnético da escuta nômade contra quaisquer arapucas de estilos. Bruito o retorno pós-apocalíptico à natureza da acusfera ionizada pelos impérios radiantes. Pitágoras a Orfeu no túmulo de Hermes: "Inaudivelmente alto, enternamente durante, longe alcançando", quando abre os olhos para ouvir a resposta vê Orfeu se afastando no horizonte cantando.
[13+8=21] Ao ruído nem som nem música resistem. À cibernética, rede
de volantes de volantes de redes de poderes, o carro serve de catedral barroca hipermoderna. Gonzalez me disse na lojinha de souvenirs da capela de ossos: "O modo diabólico está para o pós-moderno como a imagem do cristo para os barrocos". Na democracia dos signos, o ruído(e isto pode incluir tudo que soe de acordo com o desejo de escuta) é relegado ao âmbito de loucura, fazendo da própria escuta uma doença por envenamento(pharmakón).
[13+9=22] Devemos compreender que o registro direto do som é um fato novo na história do homem (a que os teosofistas nomeavam prisma das cores pela luz): data de pouco mais de meio século. Pensemos também no desenvolvimento dos processos audiovisuais(a harmonia sinestésica). Na época da reprodução da obra de arte(XV), torna-se obsoleta a idéia da arte desfrutada enquanto objeto raro e aparece a idéia da arte como contágio semiótico(Burroughs) A própria idéia da arte(III) é posta em questão. O que observamos em no
sso tempo é a explosão da informação sonora. A fartura(e miséria) do nosso tempo(ruídos inclusive) aumenta na medida mesma em que se difunde pela coletividade. A massa consome signos sonoros em massa. O modo tradicional de ouvir e compreender a música constitui uma pré-ordenação arcaica, com seus significados esclerosados, que não podem ser impostos ao grande público, pois a este o mundo industrial fornece tantos e tais meios de acesso e consumo do mundo sonoro, que ele próprio vai desenvolvendo sua capacidade de seleção e inteligibilidade. O que era qualidade se transforma em quantidade e é preciso encontrar os signos correspondentes a esta, para sua efetiva comunicação. O mundo das coisas vai-se dissolvendo e cedendo lugar ao mundo dos signos e da comunicação vital e vivencial. O mundo das coisas é feito de posse privada, o mundo dos signos, para a comunicação e a cultura pravida. Os objetos industriais(incluindo sua música), hoje, participam também da natureza da lingu
agem. O caos da informação sonora que nos aturde está a exigir uma ordem (não-definitiva - mas probabilística e mutável). Ordenar é selecionar e codificar. Codificar é transformar em signos - significar, tornar inteligível. Portanto, é comunicar. Aos trabalhadores do ruído, resta trabalhar dentro dos meios de comunicação de massa até que o sistema se transforme e seja absorvido. E ruir como imanência, ser o barulho de si mesmo no corpo coletivo. Love is noise! Zumbi indo!
f.ribeiro

http://sons.maquinas.com.mx

Leer más...

Dónde, cómo y cuando??

El Festival Ruidocracia se celebra en Madrid los dias 13 y 14 de diciembre.

Lugar de celebración:
C/ Cañete, 17, 4 piso
Madrid

Metro: Urgel y Oporto

Acceso libre, entrada gratuita, free!!!

Contacto y prensa: plataformaintersonica @ yahoo.com.br

Organiza:

Plataforma Intersónica y Colectivo EsquiZotrans

Colabora

Copyleft y CC

Photobucket

Taller infantil

"Dibujando el ruido" dirigido por el profesor Javier Montero

Artistas sonoros

Coro de Voces Bravas Sergio Luque Jose Manuel Costa Wendell Wells y Javier Montero El Espeo de Medianoche That Crooner from Nowhere Carlos Llavata SSUB David Echevarria Alberto Bernal Crane Psycriatic Dirtymouste_h + Araguaney Leaf + Juanjo Guillem + Raphaël Larre Matter Kintobe Dj Hidráulico + Olmo Couto + Raphaël Larre

Charlas y videos

-"Frente de fevereiro", video comentado por Felipe Brait
-"Colectivo EsquiZotrans" comentado por Fabiane Borges
-"Ruido y creación política" por Raúl Sánchez Cedillo
-"Sex, Drugs and Rock´n Roll por Sergio Luque
-"La Realidad en la música y la música en la realidad, por Alberto Bernal
-"Trayecto y presencia por Jose Manuel Costa
- "Imágenes en Lucha", videos comentados por Jay Kinolución
- "Excesos culturales y destrucción del presente" por David Días Soto
- "Atención, fractura, disonancia y ruido" por Jose Luis Espejo
- "Metáforas de la gobernabilidad: ¿Vanguardia y democracia?" por Iñaki Estella
-" Territorios anónimos. El ciudadano de las instalaciones sonoras site-specific" por Maria Andueza.

Exposicion de arte Ruidocracia por "Artistas de guardia"

  • Alfonso Escudero, Angela Cuadra, CASITA, Carlos Llavata, Democracia, Daniel Silvo, Flavio Escribano, Iván Pérez, Latejedoraccec, Limber Vilorio, Loreto Alonso, Lucía Antonini, Lucas Agudelo, Raphaël Larre y Vanesa Bustobocanegra.

Audio archivo

Recopilatorio Ruidocracia: Expresión, autonomía y praxis
Photobucket